martes, 28 de agosto de 2012

Las paredes caían poco a poco, blancas y escalofriantes, no había nada, ni cuadros colgados, ni rendijas, tiradores, ventanas...Apenas se podía respirar.
Si te fijabas bien a través de las paredes podías ver lo que ocurría fuera, todo era normal, menos yo, era como una ardilla en una madriguera, fuera de lugar...

Ojala cambie...

No hay comentarios:

Publicar un comentario