Hoy va a empezar como todos los cuentos populares... porque sus comienzos nunca dejaron de existir.


Había una vez un héroe local, salvaba mentes y sonrisas, guardaba almas y caricias, por el pueblo respetado y anhelado, cualquiera acudía si unos brazos no tenía.
Su valor era tan grande que ayudo a otros a no verle marchar, sus palabras fuertes siguen sonando en nuestras cabezas, su olor sigue estando en nuestro recuerdo como si pudiéramos sentir que sigue ahí.
Un gran malvado apareció - como en todos los cuentos populares - que intentaba por todos los medios derrotar al héroe que luchaba con mesura aunque agotado, las batallas se formaban día si y día también, el fin de la pelea no tardaría en encontrarse con los luchadores, que tanto los de uno como los de otro los golpes cada vez eran peores.
Nuestro héroe cayó, dejando atrás recuerdos llenos de soles, de margaritas doradas y tardes de fútbol y de chinchones.
Se lleno un río solo de lágrimas, por dejar que tras tanto golpe descansara en algodones, sus palabras seguirán oyendose, sus enseñanzas seguirán aprendiéndose, porque el siempre estará...



Hoy mas que nunca...