jueves, 2 de septiembre de 2010

Y ver tus ojos observando los vestigios
de las cadenas que nos unen y separan a su vez,
y vislumbrar tus sueños haciéndolos mios,
porque cada minuto,
cada segundo...
Tu estás aquí aunque no estés.
Tu pensamiento me abraza,
el alma rota por tu ausencia.
Recordando tus caricias,
recobro mi calor.
Dime si no es de locos
regocijarme en tu recuerdo,
dime si no es de locos
latir con tu corazón.
Porque el mio ya no es mio,
ya no late a mi compás.
Se fue hacia aquel
que le hace funcionar.
Oh que dicha tendré!
cuando los dos latidos pueda sentir a la vez.

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